¿ Qué hicieron los porteños por los indígenas ?

Las provincias de pampas fértiles,  las provincias ricas,  mataron o echaron a los indígenas,  que se refugiaron, por ejemplo,  en lo que hoy es Formosa.
Los formoseños conocemos muy bien las reacciones de la gente de allá.  Ven la tele,  se escandalizan,  juntan las cosas que les sobran cuando limpian sus departamentos,  como el tutú de la nena cuando iba a danza,  o los zapatos con 10 cm de taco y punta fina de la década del 60,  los long play que quedaron de la nona, la sillita alta con fideo pegoteado del nene. Luego  exigen que se las pase a buscar y se las traslade hasta acá, a los valiosos donativos,  bajo recibo, y tener el agradecimiento pertinente a tan magno desprendimiento.
No son todos así,  pero casi todos.
Es porque los de allá solo ven lo que aparece en la tele.
En la 9 de julio,  o mejor,  en las calles Cerrito y la del otro lado de la que no me acuerdo el nombre,  está la gente durmiendo en la calle.  Al lado del Ministerio de Acción Social,  a cuadras de la Casa Rosada,  ahí nomás de la Jefatura de la Ciudad.  Es cierto que por la noche pasan combis de la Ciudad e  invitan a la gente a ir a los refugios. Casi toda la gente de la calle se niega por distintos motivos quizás válidos,  pero por sobre todo porque ya se hicieron a la cultura de la calle,  ya son de la calle. Entonces les dejan una fuente con comida caliente, cubierta con papel de aluminio.  Hay que quedarse hasta tarde,  cuando se van los hombres, mujeres y niños cartoneros,  siluetas negras como sombras gigantes,  para ver esa segunda parte del acto.
Esa miseria,  donde cada ser pierde la condición humana,  como es en vivo y en directo no es registrada por los siempre apurados citadinos,  que pasan veloces con un celular en cada oreja y tipeando en la notbook. Sí los ven los turistas extrajeros, que constituyen un espectáculo en sí mismos.
Los miraba cuando volvía del laburo con una compañera,  una pareja irremediablemente norteamericana,  con sus ropas amarillas con flores rojas y lunares verdes. Le dije a la señora que venía conmigo "mirá los turistas,  se equivocan,  saca la foto donde no entra el obelisco".  Ella me contestó "no se equivocan, están fotografiando a los que están haciendo pis y caca en la vereda".
PERO  ESO,  AL  MENOS,  EN  FORMOSA  NO  PASA.