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La pepona es plagueona, que quiere decir que putea contra todo, por las dudas. Este blog peroncho es corregible, es agnóstico, hasta que Dios quiera. Nada kirchneroso. Gorilas también pueden hablar, pero en su medida y armoniosamente. Gente que mira 6, 7, 8 está discriminada, prohibida y excluida por la Pepona porque se argela. Los que leen a Verbitsky, lejos de la Pepona. Si alguno todavía lee a Perón, que ayude. Que el Gauchito Gil que era colorado y peronista anticipado, se ocupe de que tengamos un 2011 no del todo pa´l carajo.

Luisa Vuitón mató a galanes y galanas.


Cartera mata galán,  y galana.  No importa el modelo,  importa cartera.  La Reina tiene cartera rica, Luis Vuitón, llena de pensiones,  planes,  jubilaciones,  viajes,  obras públicas para todos y todas.  Ganó. Aplanó.
La vencida Lilita dijo que la verdad se va a ver en el precio del dólares y de la comida en el super.  Bueno,  hoy aumentó el dólar.
La verdad,  es que es lindo que la gente esté contenta,  feliz,  esperanzada.  Ojalá dure bastante.
No importa la honestidad,  ni importa la libertad, ni el 82% para los jubilados que aportaron.   Lo importante es el plan,  el futbol,  la jubilación sin aportes.
Dios quiera que nos dure.  Que los cerditos de los chinos sigan aliméntandose de nuestra santa soja,  y que los chinos sigan creciendo para que nos puedan comprar más soja.  Santa Soja.  Cuántos altares te merecés, no importa que hagas bosta la tierra,  nos mantenés maternalmente.  Sos una santa,  como la vieja.
Santo Brasil,  que nos siga comprando,  que no devalúe más.  Soja y Brasil,  sostenes de la Reina,  que nos duren.  Que nos sigan protegiendo de la crisis mundial de la que estamos blindados.
Yo nos olvidamos de Jaime,  de Schoklender,  de esos detalles molestos.
Todo es felicidad.  Todo es rosa. Guitarra y rock.  A propósito ¿cuándo deja el luto la Reina ?

LA PEPONA TRISTE, SOLITARIA Y FINAL.

Como cualquiera con dos dedos de frente ha maliciado,   sabiendo que billetera mata no solamente a los galanes,  sino a todos los que se pongan en contra de la billetera,  que tiene vida propia,  la Pepona ha terminado triste,  fané y descangallada. 
De regreso de amarguras con los diezmados duhaldistas,  con los extraterrestes Rodríguez Saa,  y sin uaifay,  repatriada del planeta Xilium que resultó ser solo un planetoide con un cabildo de juguete y una casa de gobierno piramidal,  eso sí,  con bellas autopistas que conducen a la nada absoluta y al vacío existencial,
y también  de regreso de una reunión pequeña con "el Mejor Felipe",  nada menos que Felipe Solá,  lleno de bríos camperos,  acusando a los Kirchner de ir de shoping al Senado,  después de escuchar al   mítico Lole Reutemann decir que sería una gracia que los Kirchner no se afanaran también la Plaza de Mayo,  y habiendo visto recular indignamente a casi todos ellos,  en nada viril y desordenada retirada entre sorbidas de medias y besos en los estiletos de la Reina Victoriosa,  la Pepona vencida fue recorriendo las calles de una Buenos Aires cubierta de bolsas negras de basura desparramada y maloliente. La Pepona es una bolsa mas en el paisaje decadente de la enorme e indiferente ciudad,  que ya votó,  como todo el país,  y que no
piensa molestarse en cambiar nada de lo ya establecido.  Porque va bien,  plata hay hasta medio mes,  pensiones,  planes y jubilaciones sin aportes sobran hasta para hacer dulce.  No será mucho,  pero viene de
arriba, y soluciona el morfi diario.  Está bueno,  como se dice ahora.  Además no hay que madrugar ni romperse el lomo para ningún patrón explotador.  Basta con seguirle la corriente al dirigente que uno tuvo la
suerte de conseguir,  y que Dios le de salú.
La Pepona buscaba desesperadamente afiches esperanzadores en las tétricas calles porteñas.  Solo encontraba carteles individuales de candidatos porotos a diputados o a concejales,  que habian tirado lastre y en un ¡ Sálvese quién pueda !  patético e inútil,   pegando  sus tristes caras o nombres con la leyenda "diputado" o "concejal",  sin mencionar referente político,  para no hundirse más profundo, y  ni siquiera agrupación política alguna.  Más miserables que náufragos solitarios,  de pronto convertidos en feroces individualistas,  concentrados en cazar una miserable banquita,  aunque no sirva  más que para no sentirse completamente deshechos inhumanos,  cuando saben que lo son definitiva e irremediablemente.
Un bochorno patético.  Una retirada indigna.  La hombría declinante ante el vestidito negro como dice Asís.
No inclinaron la cerviz ni Altamira,  trozko de aquéllos románticos,  ni Lilita,  coherente en su lúcida locura,  hasta el final.
Altamira y Carrió perderán por goleada los comicios,  pero conservan la cualidad de personas,  que a estas
alturas tan minúsculas,  es un logro inconmensurable.