Bajo la feroz supervisión de Moreno, cual perro bravo, una cada vez más linda y desenvuelta Cristina se puso delicadamente un gorrito de carnicero, desplegó una camiseta blanca alegórica y anunció la carne para todos y todas. A buen precio y ... según un eufórico asistente...¡ comestible !!!
¿ Para qué hacen ésto ? Esas milanesas, esas merluzas, esa carne, no llega a toda la gente. Viene un camión,
la gente se agolpa, pero es eso y nada más. O el mercado central, un poco lejos para el Barrio Las Delicias.
Sirve para Moreno, para que dibuje sus números del Indec trucho. Para que la deuda pública argentina, también hay que decir que eso es legítimo, o al menos conveniente para el país, pague menos intereses.
El acto y la propaganda es simpática. Cristina es casi una modelo publicitaria, graciosa, amable, relajada, condescendiente, amorosa.
La Reina se hace de pronto una mamá, una ama de casa, con dos hijos y viuda reciente. En realidad, un primor.
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