Yo nunca me metí en política, siempre fui peronista, como Gatica.

Cuenta la historia que el célebre boxeador Gatica, campeón mundial argentino,  fervoroso de Perón, cuando le cuestionaron la adhesión partidaria dijo "Yo nunca me metí en polìtica, siempre fui peronista".
Bueno, la mayoría de los peronistas mayores sub-95 ultra 62,  también somos así. Simplemente peronistas.
En un diario salió que yo habia dejado de ser kirchnerista.
Yo estuve en 1983 y en años posteriores en Santa Cruz,  como en muchos lugares del país, en plena militancia peronista y a los Kirchener no se los conocía entre los compañeros.
Cuando fui diputada nacional, mi compañero de la pequeña oficinita de al lado,  en ese palomar que es el anexo de diputados, que era Sergio Acevedo,  me hablaba siempre muy bien de Kirchner.  Tanto es así que creamos el Grupo Calafate (por el glaciar de Santa Cruz) unos pocos,  sin salir del bloque peronista,  como simple grupo interno, como siempre hubo tantos. También estaba el entonces diputado nacional peronista Gerardo Conte Grand, que hoy acompaña a Lilita Carrió desde el sector justicialista. Se hizo una reunión en la localidad de Calafate,  donde yo no pude ir,  pero de Formosa fue la dirigente de Clorinda Angélica (Negrita) García que fuera diputada provincial en Formosa.
De aquél grupo no quedó nadie,  salvo seguramente Angélica García, hoy concejal clorindense, a quién la lejanía preservó de los manoseos, de los chantajes y de las amenazas de estos profanadores de la memoria, de estos apropiadores de las gestas populares,  que lucran, estafan, engañan protegidos por las Madres, las Abuelas, que son vilmente utilizadas,  por  Hugo Chávez,  y las camisetas del Che Guevara.
Es de publico conocimiento que Sergio Acevedo llegó a ser gobernador de Santa Cruz. Se apartó de Kirchner, a la sazón Presidente de la Nación,  en un duro enfrentamiento,  donde el pobre Sergio Acevedo salió tan perdidoso, que se tuvo que refugiar en su pueblo Pico Truncado otra vez de abogado barrial y de profesor del secundario.  Hoy, nadie se acuerda de él.  Lo mismo le pasó a quien fuera diputado nacional conmigo, Eduardo "Chiquito" Arnold, que había sido vice-gobernador de Kirchner, y luego lo denunció.  Quedó igualmente maldecido,  perdido.  No tuvieron ellos la sagacidad de un Lázaro Báez, de un Igor Rudy Ullua,  menos de un Cristóbal López,  que pasaron de la insignificancia a ser grandes empresarios a expensas del pueblo y sirviendo al kirchnerismo decadente.
En un periódico nacional y en uno local aparecí como ex-kirchnerista,  por haber dicho que una denuncia contra un juez fue una maniobra, que yo no recuerdo haberla firmado y que dudo que los demás 70 diputados la hayan firmado a conciencia, sino víctimas de un ardid. Lo hice porque estoy demandada, no por el gusto de hablar mal de nadie,  fue en defensa propia. Ya que nadie me defiende, me tengo que defender sola.  Pero yo, como todos los viejos peronistas,   somos solamente peronistas . Yo me hago cargo de todos los errores míos y no niego las deudas del peronismo,  como los Montoneros, como la Triple A,  como la enajenación de la patria que hizo posible la seducción  embaucadora de un Menem que hoy sirve también al kirchnerismo,  como los excesos de algunos malos gremialistas empresarios como Moyano.  Pero el peronismo, al contrario de lo que sostenía Borges,  debe corregirse.  De lo contrario dejará de ser.
Hoy estoy sola y maldita.