Me quedé hecha un trapo

ME QUEDÉ HECHA UN TRAPO...

Hoy, yo, la Pepona, muñeca de trapo,  estoy hecha un trapo. 

Después de haber visto por la tele la inauguración del Estadio en La Plata que hizo Duhalde,  porque algo hizo en medio del quilombo.  Después de haber constatado en vivo y en directo que continúa la Reina reinando sobre el Scioli que parece que sigue subordinado y sobre Bruera, muchacho intendente de La muy Noble y Leal Ciudad de La Plata,  tan flaquito, diligente y capaz, digno sucesor de Rocha,  quién parece que también proseguir domado, no sé  si por Fuerza Bruta o por qué fuerzas ni qué miedos, o mejor aún por qué brutos,  ni hasta cuándo.  Después del bello espectáculo, me di cuenta con mi cabeza de trapo que ese esplendor,  esa multitud acarreada por los obedientes barones del conurbano, con banderas anaranjadas ¿serán por la princesita  Maxima de Holanda, que anda siempre con su triste marido holandés por la Patagonia y sus 3 hijitas blancas como la leche 3 Mellizas?

Demuestran solo (ahora solo se escribe siempre sin acento ordenó la real academia española y refrendó la reina por decreto de necesidad y urgencia el DNU que le dicen) una sola  COSA,  y no estrictamente vinculada al deporte:

Que las denostadas listas colectoras,  que colectarán votos todos embotellados para arriba hacia la figura de la reina batata, y desparramados hacia abajo,  siguen vivitas y coleando como serpientes disciplinadoras y sirvientes de la única,  ella, la Reina Batata.

Y después osan criticar los escasos y modestos sublemas de nuestra provincia, acaso,  ¿no son la misma orquesta con distinta partitura, como dice una amiga culta para evitar el refrán popular ?